jueves, 25 de abril de 2013

MI ÁNGEL DE LA GUARDA


Mi ángel aviva, sin miedo, las miradas
levantadas con cariño hacia el cielo…
Mi ángel, alivia del paso, las pisadas
del camino brusco que no veo…
Mi ángel levanta, por amor, las palmas
de sus manos ofreciendo su consuelo.
Mi ángel tiene siempre unas palabras
de ánimo que quitan el desprecio
que este mundo siempre proclama
y nos vuelve inicuos y perversos.
Mi ángel,  con nombre de María,
provoca en sus miradas sonrisas y besos.
Mi ángel, te habla con el alma
compartiendo la vida desde el silencio
ofreciendo algo más que miradas
¡¡auxiliando en lo que no tengo!!
Mi ángel ofrece más que palabras
con su vida dando ejemplo
y evoca, en su nombre, el alma
y el significado del mismo cielo.
Mi ángel, al levantar la mirada,
buscando un apoyo discreto
ofrece siempre sus manos en calma
con bendiciones que no merezco.
Y siempre en él, encuentro la pausa
que interpela a este amor ciego
que va más allá de las lágrimas
y que calma con su Consuelo.


A esos ángeles de la guarda que se cruzan en nuestras vidas.
José Antonio Bedmar Redondo

domingo, 21 de abril de 2013

PROMESA DE AMOR



Miradas que se funden en el abismo
de aquello íntimo e inexplorado.
Ilusiones que forman el camino
compartiendo el ser ¡¡enamorados!!
Alegrías convertidas en suspiros
recordando imágenes a su lado
anhelando que llegue el día prometido
¡¡Miradas profundas al ser amado!!
Se convierten en promesas del destino
palabras de vida que hemos dado
al ser que ahora comparte contigo
¡¡promesas que el tiempo no ha borrado!!
Evitemos caminar derramando el Vino
que en Santa Alianza hemos tomado
uniendo nuestras vidas en Jesucristo
¡¡ Verdadera promesa de Amor Sagrado!!

Con cariño a Mercedes y José Antonio por su enlace matrimonial.

José Antonio Bedmar Redondo

martes, 9 de abril de 2013

ANHELOS DE VIDA



Cómo puedo servirte
en este mundo tan hastío
si vivo con contradicciones
si solo busco el interés mío.
Cómo consigo amarte
si tengo el corazón dividido
adorando siempre a otros dioses
que engañan el pensamiento mío.
Cómo me atrevo a rezarte
si mi salmo ya está baldío
de falsas promesas y artes
que dicen lo que no vivo.
Cómo consigo expresarte
que también soy débil y frío.
Que me quiebro solo al mirarte
viendo mi interior vacío.
Cómo puedo ¡¡María!! ¡¡Madre!!
servir al único Dios divino
que se entregó aquella tarde
abriendo los cielos infinitos.
Cómo consigo ¡¡Eterno Padre!!
cambiar dentro de mí este ciclo
de angustia, destrucción y muerte
terror, desesperanza y olvido.
Como anhelar buscarte
si en las dificultades declino
la intensión de amar ¡¡y amarte
con el sufrimiento de tu hijo!!
Cómo alcanzo ¡¡Padre!!
poder servir sin ser ofrecido.
Dejar de ser y enamorarme
consumido en el olvido.

José Antonio Bedmar Redondo

¡¡DAYENÚ!!



Aunque el cielo se nuble
y pierda su intenso azul,
y el sol se esconda tras las nubes
Si puedo verte…¡¡Dayenú!!
Si no hay estrellas en la noche
y pierden su belleza y su luz
sin mostrar el camino del  Norte
Si puedo sentirte…¡¡Dayenú!!
Si ya no hay manos que disculpen
ni abrazos que devuelvan la salud
y palabras que en silencio se esconden
Si puedo oírte…¡¡Dayenú!!
Aunque las manos que siempre esculpen
y modelan en el barro su inquietud
desaparezcan cruzando la noche
si puedo tocarte…¡¡Dayenú!!
Si ya el silencio de la calle
quita la esperanza de la Luz
¡¡abrazados esperando la muerte!!
¡¡Dayenú, Dayenú, Dayenú!!


José Antonio Bedmar Redondo