domingo, 24 de junio de 2018

NUEVOS CAMINOS



Que no suenen a despedida
estas palabras que escribo.
Solo quiero enumerar las sonrisas
que en estos cursos he recibido.
Y con ellas, volar agradecidas
llenando en el corazón los vacíos,
que quedan después en el aula
entre sillas, mesas y libros…
¡¡Que no suenen a despedida!!
No es intensión escribirlo
¡¡Que no es tristeza que cautiva
el alma, sino alegría por lo recibido!!
De todos, heredé sus miradas,
sus silencios, gestos y gritos,
sus disputas, inventos y algaradas
y el perdón en el error reconocido.
De todos, en la oración de la mañana
el encuentro con Dios escondido
que nos susurraba esas Palabras
en manos de la Virgen y su Hijo.
Heredé lo que más ansiaban,
sus temores, siempre de niños,
ante un futuro y un mañana
que en sus manos nace despacito.
Disfruté de la ilusión, que no se escapa.
La lucha del querer y ser querido,
y con palabras de Alta Gama
¡¡Amar a los enemigos!!
Que no suenen jamás a despedida
las palabras que por vosotros han nacido
¡¡Que son recuerdos que se guardan en el alma
cosidos con hilos de cariño!!
Y al cruzarnos en el patio cada mañana
con una sonrisa cómplice y un guiño
fundiremos juntos las miradas
que sin palabras, abren nuevos caminos.

A mi clase de Cuarto en el curso 2017/18
 Siempre en mi corazón
José Antonio Bedmar Redondo
24 de junio de 2018