Pasó el tiempo de la siembra
y la semilla que trajo el viento
comienza a nacer. ¡¡ Verdea
espantando el frío invierno!!
Pasó la noche eterna
que destilan siempre los miedos.
¡¡Oscuridad que siempre te priva
de la Savia eterna del Cielo!!
Llega el tiempo de la espera
de tan querido y ansiado sueño.
¡¡Dios que nace aquí en la tierra
para darnos eterno consuelo!!
El vientre que te acogía aún reza
con un Si entregado al Cielo
¡¡ Esperando que la tierra
se llene de Amor Eterno!!
¡¡Vientre preñado de Esperanzas!!
y me traes de nuevo el Aliento.
Déjame que con mis lágrimas
prepare este nuevo Adviento.
Que rieguen mi desconfianza
brotando con fuerza, sin miedo…
Enfrentarme sin miedo a la nada,
encontrarme contigo en silencio
Quemar aquello que me ata
con la mirada de tu cariño eterno.
Y al fin mirar la nueva Esperanza
de ese Hijo que llevas dentro
que destila Amor y Confianza
en la llegada de este Adviento.