miércoles, 20 de abril de 2016

SEMILLAS EN EL CORAZÓN

Como el viento toca el alma de las nubes
y las empuja con su aire hacía terrenos elevados
¡¡ A veces suave, donde nada las cubre,
otras revueltas en días soleados!!
Crecen en la armonía de los cielos azules
y en manos de Dios son modelados.
¡¡Buscan, jugando, saciar el alma que sube
al encuentro de Jesús Amigo y Consagrado !!
Se entregan con cariño a la Fiesta que les une
en la eterna música del Amor cantado,
recibiendo en sus labios el afecto que instruye
¡¡el Soplo fresco, más allá del amor humano!!
Sienten con nervios el momento que bulle
tomándose en serio el mensaje dado.
¡¡ Si bien, siendo niños, a veces no escuchen
llevan en el corazón semillas del resucitado!!
Este día de abril, os entrego como bambúes
estas palabras, que sirvan de ánimo
que mantengan siempre encendidas las luces
de este momento humilde y claro.
Y al pasar el tiempo que se consume
como fuego que arde desesperado
recordéis que hoy Dios os construye
un camino nuevo y esperanzado.
Que en brazos de Nuestra Madre se oculten
los caminos que provocan los engaños
y levantando los ojos a las nubes
encontréis ese cielo eterno despejado.

A los niños de mi clase en su Primera Comunión, con cariño.

20 de abril de 2016

(23/4/16)
José Antonio Bedmar Redondo

lunes, 11 de abril de 2016

NUEVOS AMANECERES

Soy portador de un nuevo año
quizás, en verdad, sin merecerlo
una nueva época, un nuevo paño
que se coloca y presenta para coserlo.
Quedaron olvidados los desengaños
y expectativas rotas de los destierros
que en los cuarenta se presentaron
¡¡ caminando cansado en los desiertos!!
La mañana se inició con aquel canto
que en Noche Grande celebra el universo
¡¡Bendita Pascua del Resucitado
Iluminándome los caminos nuevos!!
Resucitó el Señor en mi aniversario
en esta década que ahora florezco
¡¡ Lunes de Pascua ya transformado
en ofrenda de vida sin merecerlo!!
Ahora poco importan ya los años
que he perdido mirando al cielo.
A veces tumbado, desesperado
otras agradecido por el consuelo.
Atrás quedaron los desiertos bravos
que pusieron a prueba con arena y viento
las aguas escondidas en rocas y fango
¡¡ oasis y espejismos de trajes viejos!!
Así comienzan mis cincuenta años
borrando el rastro de aquel destierro,
con la esperanza puesta, paso a paso,
buscando la Luz de amaneceres nuevos.

Por mi 50 cumpleaños
28 de marzo de 2016

José Antonio Bedmar Redondo