No puedo recordar aquella madrugada
en la que se hizo completo silencio…
¡¡Cuando ya se apagaba tu celeste mirada
llevándose tú latir hacia el prometido cielo!!
Cuando la noche se cernía en la alborada
despertaste abrazado entre Sus besos
y la voz que cantaba aquella
nana
te llevó en Su compañía, eterno…
En el silencio busqué las palabras
que explicaran el sentido pleno
¡¡Al desearte con tanta locura!!
¡¡Al mirarme con cariño tierno!!
Hoy no quiero recordar la alborada
sin sentir entrañable
tú recuerdo
que me borra el silencio, que me ata
a la nana que rompe los silencios.
Y es Su voz eterna la que canta
cada día, cada palabra, cada verso
¡¡Vibrando en lo más profundo de mi alma!!
¡¡Olvidando por siempre el destierro!!
Hoy, no quiero recordar esa madrugada
sin dar gracias a Dios por tu nacimiento…
Por Tus manos, ¡¡Madre!! que Tanto nos amas
y sin pedirlo me ofreces tu cariño y consuelo…
Y hoy, recuerdo, como cada mañana,
y al llegar el aniversario de este encuentro,
¡¡ la risa que une el sol y la alborada
y borra el miedo y el
silencio!!
16 de julio
de 2012
José Antonio Bedmar Redondo
A mi hijo
David
Gracias por darme la vida
Gracias por darme la vida
Buenos dias, JOsé Antonio
ResponderEliminarQue emotiva poesia, acabo de leerla y he pensado compartirla con Pablo, Bea y José; y por cada vez que la he leido y explicado en cada uno de los momentos a Pablo y Bea seguia emocionandome y cuando la he compartido con José volvia a surgir las lagrimas pues son sentimientos que has reflejado en tus versos y nos los has hecho llegar facilmente en la poesia que le has regalado a tu hijo David.
Un abrazo a todos.