Jugamos
con los sentimientos
cuando
hablamos con las palabras
según
interesa usar el término
que
nos unifica o nos desplaza.
Jugar
con dos caras es desprecio
hacia
las personas que tratas
¡¡una
vez diablo, otra genio!!
según
interese en el habla.
Jesús
lo dice en el Evangelio
y
así de su uso se trata.
¡¡Si
usas la cara del Imperio
o
la Cruz que perdona y salva!!
Una
cara tributa el silencio
de
la honradez en la verdad que calla.
La
otra provoca desaliento,
que
sale de la boca que engaña.
Usemos
la moneda del cielo
¡¡verdadero
tesoro que salva!!
despreciando
la cara del miedo
poniendo
la vida en Su Mirada.
16 de diciembre de 2014
Adviento 2014
José
Antonio Bedmar Redondo
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