Un
silencio, mil palabras
que
arrullan con sonidos quietos
¡¡Sin
impregnar la vida que pasa!!
¡¡
Sin llenarla de abrazos y besos!!
Un
silencio, siempre acompaña
cómplice
ante todos los hechos.
¡¡A
veces con amores que callan!!
¡¡A
veces gritando miedos!!
Silencios
que siempre hablan
pidiendo
socorro o consuelo
con
nubes grises de plata
que
oscurecen la vida sin remedio.
Silencios
que dejan su marca
¡¡con
huellas sensibles al miedo!!
Amaneceres
callados que pasan
esperando
de la oscuridad su tedio.
Hay
que romper con palabras
evitando
así, el oscuro asedio
Entregándose
en cuerpo y alma
¡¡Rompiendo
en gritos el silencio!!
2 de febrero de 2015
José
Antonio Bedmar Redondo
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