miércoles, 1 de mayo de 2019

SONREÍR, OLVIDAR, PERDONAR



Se me olvida sonreír a mi enemigo
que me insulta infame con su mirada
que me quema con silencios y litigios
que rompen la alegría que anhelaba.
Se me olvida sonreír a quien critico
y que me hiere también con sus palabras.
¡¡Con sus gestos inflaman mi suplicio
y rompen la paz que soñaba!!
Se me olvida sonreír ante el indicio
¡¡de quién persigue la humillación descarada!!
inundando el suelo que piso
con palabras que ahogan el alma.
Se me olvida predicar a Cristo,
¡¡que resucita siempre en la mirada!!
cuando prodigo el odio sin motivo
por ese Amor que todo cambia.
Se me olvida, perdonar al enemigo,
a pesar del perdón que se encontraba
allí en aquella tumba de Cristo
que cuidaba la piedra rodada.
Se me olvida el perdón en el camino
que paso a paso se enmaraña
más allá de la entrega sin sentido
más allá de la resurrección esperada
Se me olvida sonreír con un guiño
ofreciendo cada día, cada mañana
las manos vacías de mi destino
al eterno perdón de Su mirada.
1 de mayo de 2019
José Antonio Bedmar Redondo