Me Tienta el pensamiento traicionero
que me obliga continuamente a volar muy alto
olvidando aquellos ratos que descubrieron
al único Amor sencillo y llano.
Me tienta pensar volver al destierro
¡¡que es mejor no enfrentarse al fracaso!!
Huir, en silencio, sin querer verlo
corriendo siempre para poder evitarlo.
Me tienta el alma pedir otros besos
que son cantos de sirenas y engaños
anhelando sentidos que no encuentro
¡¡buscando sentidos abandonados!!
Me tienta la boca, guardar silencio
porque por mis mensajes soy juzgado
No importan los buenos hechos
si por la letra el juicio ha entrado.
Me tienta, a veces, escribir versos
que cuenten sentimientos hacinados
en el alma, que
vuelen sin dueño
que su música evoque extraños cantos.
Luchando constante en cada verso
cuento los frutos
que he encontrado
en mártires que propagaron divinos ecos
¡¡semillas de amor que no han borrado!!
¡¡Me tientan!! Y me aferro al sentimiento
profundo que me ha enamorado
del único Dios que sella con besos
la entrega firme al crucificado.
19 de
octubre de 2013
José Antonio Bedmar Redondo