No se puede
vivir de los recuerdos que atan
borrando el
presente, que se muestra amoroso.
¡¡En manos
de la persona amada
sin ataduras,
libre y glorioso!!
No hay nadie
más que entregue el alma
y que ame
con intensidad,¡¡tan hermoso!!
que cure
desde el silencio, el tiempo que pasa.
¡¡Acariciando
las arrugas del rostro!!
No vivir de
los recuerdos que atan
al Sol que nos
acaricia, escondiendo
el si de los
esposos, vida y promesa
que inunda
la vida con pleno gozo.
El cielo unió
dos mares que se liberan
de prejuicios
en el universo doloroso,
sembrando en
estas benditas tierras
las semillas
de la entrega por el otro.
El Cielo
unió dos cantares en ofrendas
poniendo a Dios
como centro de sus manos
sellando con
sus palabras la Promesa,
¡¡respirando
aires del caribe con acento sevillano!!
A Pedro y Helena. Por su enlace.
Que contagien su alegría por donde pasen
22/02/2020 José Antonio Bedmar Redondo