Amanece.
calienta el
sol nuestras manos
poco a poco, lentamente
dando vida
con sus rayos.
Amanece.
Como cada
ayer ya caducado
y aún en el
permanece
en calor de
vida transformado.
Amanece.
Se ilumina el
cielo, ocultando
las sombras
que enternecen
los rincones
de aquel llanto…
Amanece.
Se ilumina el
cielo con sus brazos
¡¡ como agua
cuando llueve
y los campos
deja mojados!!
Amanece.
Aunque a
veces ciegos andamos
y nuestra
mirada se entristece
y no hablan
nuestros pasos.
Amanece
¡¡por mucho
que quiera evitarlo!!
Cada día, cada
rincón que enciende
la llama del
Amor sagrado.
Amanece
Y me acurruco
en Su regazo
¡¡ Siento sus
manos que me trasmiten
un amor más
allá de lo anhelado!!
Amanece
y me abandono
a Sus lazos
que me atan
tan fuerte
que nada
puede separarnos.
José Antonio
Bedmar Redondo
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