miércoles, 12 de junio de 2013

EL CONSUELO


Cada día la veo caminar despacio
con la mirada perdida, ausente…
Sin mediar palabras nos cruzamos
¡¡Cuánto dolor que no te pertenece!!
Evitas la mirada al mirarnos
como avergonzada de lo que acontece
y de mi boca no salen ánimos
¡¡sólo miradas de compasión inertes!!
Y quiero contigo alzar las manos
pedirle a Dios que nos protege
ir junto a ti y en un abrazo
repartir aquello que te duele.
Y aunque sea cobarde no acercarnos
por no sangrar la herida que tienes
ofrezco mi corazón y mis labios
que rezan humildes que te consueles.
Y en la oración del cielo, los santos
unidos en Cristo, nos sostienen
 el silencio se transforma en salmos
que cantan al Dios que nos conviene.
Prometo, que al volver a cruzarnos
mi mirada ya no estará inerte
te ofreceré la sonrisa de mis labios
y si es posible, un abrazo que consuele.

12 DE JUNIO DE 2013



José Antonio Bedmar Redondo

No hay comentarios:

Publicar un comentario