No busquéis en sus
palabras
el signo de la
negación,
pues su boca solo
proclama
la grandeza del
Señor.
Buscad siempre en
su mirada
el amor que Ella
entregó.
¡¡Son caricias que
alegra el alma
con el Si dado a
Dios!!
Y en sus manos
siempre alzadas
vemos vivo a
nuestro creador
con dulzura y confianza
consuela nuestro
corazón.
No busquéis en el
mañana
la tierra que se
prometió
porque vino de sus
entrañas
liberándonos por
Amor.
Ella siempre nos
acompaña
si caminamos bajo
el sol
y su entrega se
hace esperanza
con el Si dado a
Dios.
22 de septiembre de 2014
A María madre de Dios
A Rufino en su memoria, por pedir siempre una canción a
la Virgen.
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