Como el impulso que siente la vida
al querer y ser querido.
Como buscar en el aire una salida
o dibujar tu risa en un mar prohibido.
Como el silencio, cuando a veces grita
y sin palabras se escucha su silbido.
Como el suave aire de la brisa
perfuma en primavera mi paraíso.
Como el impulso que toma la vida
al abrir tus labios un camino.
Como abrazan las manos y acarician
y se mueren siempre en el olvido.
Como las miradas que yacen perdidas
en un amanecer siempre cautivo.
Como el impulso que me da Tu vida
entregándose siempre en un suspiro
abriendo abismos celestes, sin prisas,
que quedan en el alma abatidos.
Así dormida se queda el ánima,
pensando en el tiempo, decaído,
sin ganas de luchar, en la nada
y con los sentimientos perdidos…
¡¡Qué milagro se impregna de vida
al sentir pasar el aire de Tu camino!!
Escuchar la voz, débil, derruida
del que grita angustiado, pidiendo auxilio.
Sentir Tu mirada de consuelo como savia
que renueva siempre lo escondido…
Que habla al corazón, cuando callan
los egoísmos siempre prohibidos.
Y sentir Tus brazos, que me llaman
rompiendo los miedos que se llevó tu Hijo
¡¡Promesa de Amor que nunca engaña!!
¡¡Amaneciendo un nuevo camino!!
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