martes, 15 de octubre de 2013

EL BARNIZ


Protege siempre contra los elementos
y colorea, a veces, su alma de buen grado
preservando de miedos los desencuentros
si el interior de las formas queda dañado.
Se aplica, sin prisa, suave, el remedio
con pinceles pequeños de docil pelado
extendiéndose con esperanzas por el sujeto
sea madera, ladrillo o forjado.
Así, todo queda protegido y quieto
cuando se transforma siempre en su estado
endurecido, ve pasar el tiempo
¡¡Inmóvil, inerte, aletargado…!!
Sólo el paso del Nuevo Dueño
logra arañar el betún empleado
dejando escamas que se van rompiendo
¡¡pequeñas lascas inútiles de un pasado!!
Este barniz es un buen ejemplo
en lo que se convierte un cristiano
si sólo presume y se reviste de serlo
y no practica lo que le han enseñado.
Que hay un Amor sereno y tierno
que no mira nunca nuestro fracaso
¡¡que extiende sus brazos para protegernos
en una Gloriosa Cruz siempre entregado!!
Pide que vivamos, con arrojo, desde adentro
rompiendo en trozos el estéril estado
quitando ese lustre que impide verlo
¡¡rasgando nuestra vida en mil pedazos!!
Y en esa amorosa entrega, sin quererlo
dando vida, con cariño, a los hermanos
transformamos el barniz que cubre el Cielo
en donación perfecta y bella del Resucitado.

15 de octubre de 2013
Al Papa Francisco. Siempre fiel.

José Antonio Bedmar Redondo

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