¿Qué se esconde
detrás de la mirada
que perdida se
encuentra escondida
en el horizonte, inútil,
aletargada
gritando en
silencio, sin salida?
¿Dónde quedan las
lágrimas saladas
que a veces corrían
por las mejillas
como ríos que llenan
de oro y plata
sentimientos y
recuerdos de la vida?
¿Dónde quedan
selladas las palabras
que recibimos del ritual
que prometía
unirse a Dios en Santa
Alianza
sin comprometer
nuestra vida?
¿Dónde queda el
amor, si no pasa
abrasando hasta
cambiar, perdidas,
las miradas, lágrimas
y alianzas
si al final lo hago
todo mentira?
¿Por qué se
esconden tras las máscaras
las palabras que
antes sabían
hablar con hechos
que regalaban
amores sin buscar
contrapartidas?
¿Por qué la nociva
rutina desata
la eterna
contradicción maldita
entre hecho, razón
y palabra
entre el amor y el
odio que habita?
¿Cuándo romperemos
el silencio que mata
todas las
ilusiones que tenían
las almas, que antaño
de niños jugaban
a amarse en lo
sencillo con alegría?
¿Hasta cuándo aguantaremos
con calma
permitiendo
alrededor las injusticias
bajando al enfrentar
las miradas
dejándonos morir en
vanas filosofías?
Nos escondemos
detrás de la “masa”
en decisiones que no son de justicia
evitando así dar la
cara…
¡¡sin verdad, sin
amor, sin alegría!!
12 de enero de 2014
José Antonio Bedmar
Redondo
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