Busco en tus ojos
la mirada
que siempre guía
con esmero
alumbrando el
camino que señala
la Vida Eterna
desde el Reino.
Busco misericordia
en tus palabras
sí en las tinieblas
del miedo entro
y en ellas
encuentro la calma
¡¡Me hago fuerte en
tu consuelo!!
Busco la misericordia
mostrada
en Ti, Madre
Inmaculada del cielo.
¡¡Madre Purísima
que proclamas
con tu mirada Amor
Eterno!!
Busco tu consejo
que me sana
cambiando la vida
del miedo
en Esperanzas que
se proclaman
con tu mirada llena de besos.
Bendita seas María Inmaculada
18 de febrero de 2014
José Antonio Bedmar
Redondo
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