Se llenan los momentos de recuerdos
que estremecen mi alma sin quererlo.
Tus ojos, tus labios, tus besos
que no pude sentir por pequeño.
Se agolpan en mí los sentimientos
y se baten en retirada los miedos
que antaño, provocó subir al cielo
tu alma inocente que aún siento.
Se llenan de sonidos los silencios
en cada aniversario que celebro
acumulando en cada año, sueños
¡¡Sonrisas eternas que quedan dentro!!
Se cumple hoy el eterno ¡¡te quiero!!
que enlazan mi mente y tu recuerdo
por Él existe vida en el destierro…
¡¡Promesa cumplida del eterno Dueño!!
Y aunque se empeñe en borrar el tiempo
las caricias que no pudieron serlo
seguiré, con palabras, sellando recuerdos
con la alegría de
estar en mi vida sin merecerlo.
16
de julio de 2013
A mi
hijo David.
Gracias por darme tanta vida desde el cielo.
José Antonio
Bedmar Redondo
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