Un camino vivido, un beso.
Una caricia que se pide.
¡¡Un abrazo sano y fresco!!
Una mano amiga.
Un ser que se entrega entero.
¡¡Un reflejo de luz y vida
brilla en
lágrimas de consuelo!!
Una ternura no compartida.
Una vida entera, un dueño.
Un anhelo de esperanza.
Una mano tendida al cielo.
¡¡Un Dios que proclama vida!!
Una luz escondida en silencio.
Un espacio que desmotiva
al ser que llevas dentro.
Lleva tu mirada Cecilia,
un ser exquisito y tierno.
Que ama para toda la vida.
Que siente lo que yo siento.
¡¡Imágenes que yo querría
vivir compartiendo!!
Lleva tu mirada un cielo,
aún oculto por la nubes
que provocan lo malos tiempos.
Y aún en ellos veo
dos soles que amanecen
cada día, cada momento.
A Cecy con mucho cariño de su amigo
José Antonio Bedmar Redondo
3 de Septiembre de 2002
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