¡¡Que mirada sublime me transmites
desde los años que por
ti han amado!!
Marcado en tu rostro
persiste,
el anhelo de lo bello caminado.
Siempre orgullosa de
tus raíces.
Siempre tendiendo las
manos.
Siempre humilde, y
temerosa
de no recibir por lo
donado.
¡¡Que mirada sublime me
transmites
de un Amor eterno y
cercano!!
¡¡Amor de Madre que
quisiste
tenerme de tu vientre a
tu lado!!
Compartes la alegría
que viviste
de aquel tiempo querido
y amado.
¡¡Vida entregada a la familia
por Amor de Cristo hecho humano!!.
¡¡Que mirada sublime me
transmites
de un Dios eterno y
cercano!!
Y caricias que no he pedido.
Y miradas que has deseado
compartir entre sonrisas
de los nietos, a tu lado.
¡¡Que mirada sublime me
transmites
desde los años que por
ti han amado!!
A mi madre en su
Setenta cumpleaños
29 de septiembre de 2006
José Antonio Bedmar Redondo
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